El idioma no es un problema

Traductor
English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified
Quiero esto en mi Blog!

viernes, 30 de diciembre de 2011

Capitulo 5: A menos de 20 centímetros de distancia

Capitulo 5: A menos de 20 centímetros de distancia.


-¿Qué desea?-preguntó un chico rubio con acento francés.
-“Aclararme la mente y olvidar todo”-pensó Ainhoa.
-Un café con leche, por favor-dijo la chica rubia. El chico puso en la mesa el vaso de plástico y sirvió el café. El chico miró a Ainhoa. Pensó y preguntó:
-¿Por qué estás aquí? ¿Algún familiar enfermo?
-No… Estoy acompañando a una amiga. Su hermano está enfermo. ¿Te gusta trabajar aquí?-preguntó Ainhoa cambiando de tema.
-La verdad es que no, pero… necesitó pagarme la carrera.
-Ah… ¿Y qué estudias?
-Filología inglesa-el camarero miró hacia la máquina de hacer cafés. Ya estaba hecho. Se lo sirvió. Ainhoa rebuscó en su bolso y cogió su cartera.
-Gracias ¿Cuánto es?
-Nada. Invita la casa.
-No insisto en pagar el café.
-¡Qué no! Invitó yo.
-Bueno,… Pues muchas gracias…- Ainhoa se acercó para que el chico la oyera mejor-¿Cómo te llamas?
-Manuel ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
-Ainhoa.
-Bueno pues Ainhoa espero verte por aquí pero que el hermano de tu amiga se mejore.
Ainhoa cogió el café Mientras se alejaba sentía la mirada de Manuel clavada en su nuca. ¡Qué majo! La chica se sentó al lado de Alberto. Cuando se sentó a su lado recordó por qué estaba ahí y se deprimió un poco.
-Alberto… ¿por qué pasan estas cosas?-preguntó Ainhoa.
-No lo sé-contestó honestamente Alberto.
-¡Un niño pequeño que esté en coma es antinatural!-exclamó Ainhoa. Alberto pensó qué podría hacer para consolarla. Le gustaría que fuera con sus besos, caricias, abrazos,… Pero no. No podía. ¿Por qué la vida podía ser tan cruel?
Ojalá Ainhoa tuviera cinco años más él seguía teniendo 25 y ella tendría 19 años. Pero no. Ella tenía 14 años. ¿Cuándo los cumpliría?
-Tranquila, Ainhoa. Se pondrá bien.
-Alberto… Sé que eres mi profesor pero me puedes dar un abrazo-pidió tímidamente Ainhoa. Él se acercó y la abrazó. Le dio un beso en la frente. Se arrepintió al momento. Fue un acto-reflejo. Ainhoa se separó un poco de él y clavó sus ojos azul celeste en los ojos azules de él. Los dos sentían la necesidad de besarse. Se acercaron mucho. Sus bocas estaban a menos de 20 centímetros. Se acercaron un poquito más y…
-¡Anda! ¡Estáis aquí!- exclamó alguien a su espalda. Se separaron rápidamente. Los dos miraron hacia donde provenía la voz. Alberto al contrario que Ainhoa no lo conocía al chico que acababa de entrar a la cafetería.
Era Lucas.
Acompañado de Aarón.
Ainhoa se estremeció al recordar la última vez que se había visto.
-Hola, Aarón… y Lucas.
-Lo siento si interrumpimos algo-dijo Lucas con una sonrisa maliciosa.
-No interrumpís nada-dijo ella enfadada. Hubo un silencio incomodo. También había una tensión que  se podía cortar con un cuchillo.
-¿Dónde están Hugo y Silvia?-preguntó Aarón intentando iniciar una conversación.
-No lo sé. Se habrán ido a dar un paseo-respondió Ainhoa.- ¿Cómo está Rubén?
-Bien dentro de lo que cabe-respondió Lucas. Ainhoa se alegraba de que Rubén estuviera bien. Pero quería quedarse a solas con Alberto. Lucas miró atentamente al profesor. No para de preguntarse quién era. La chica y Aarón al ver cómo miraba el hermano mayor de Sarah al profesor de geografía decidieron en un pacto silencioso presentarlos.
-Lucas este es Alberto-dijo Ainhoa.
-Alberto este es Lucas- repitió Aarón cambiando el orden de las palabras. Los dos se dieron la mano por cortesía. A ninguno de los dos le apetecía dársela en realidad.

Silvia y Hugo estaban paseando por los alrededores del hospital cogidos de la mano. Hugo la guiaba dentro de aquel lugar tan confuso. Se sentaron en un sitio donde daba el sol. Silvia miro a Hugo cariñosamente. Estaba tan enamorada. Antes de conocerlo los tíos eran de amistad con derecho a algo más cuando les apeteciera. Sin amor. Sin sentimientos. Con Hugo no.
-Silvia… ¿Quieres salir conmigo?-preguntó Hugo directamente.
Silvia lo besó a modo de respuesta. Parecía que hacía siglos desde que le hacía confesado a Ainhoa su amor por Hugo y solo hacía unas cuantas horas. Aprovecho el momento y siguió besando a Hugo durante un largo rato.
-¿Por qué lloras?-preguntó Hugo.
-Porque te quiero Hugo-confesó Silvia.
Hugo le quito una lágrima que caía por su mejilla.
-Yo también te quiero, Silvia- y la besó dulcemente.

Espero que os guste.
Muchísimos besos.
Lola.

1 comentario:

  1. Qué bonito!! Me gustó mucho. Ainhoa tiene muchos admiradores, no? jeje que suerte. Sigue así, hasta pronto,
    bss, Sara.

    ResponderEliminar

Espero que comentéis como cada una de vuestras opiniones me hace muy feliz pero siempre desde el respeto
Lo único que puedo decir es...
¡Gracias! :D

Translate