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sábado, 24 de diciembre de 2011

Capitulo 1: De cómo Ainhoa empieza el instituto

Capitulo 1: De cómo Ainhoa empieza el primer día de instituto


          Ainhoa abrió la puerta. El olor estudiantil le abofeteó la cara. Por una parte Ainhoa deseaba que ese olor le llegara pero por otra parte significaba olvidar el verano, su amor de verano, los cálidos rayos del sol bañando su piel de porcelana, salir con sus amigas cuándo y cómo quisiera,…
Ainhoa tenía 14 años. Era alta, rubia con destellos rojizos, tenía los ojos azul celeste, era muy delgada. Era cariñosa, amigable, carismática, muy romántica. Todavía no había tenido ningún flechazo pero estaba deseado tenerlo.
A su lado estaban sus dos mejores amigas Silvia y Sarah. Silvia era la más mayor del grupo de estas curiosas amigas, había repetido 1º de ESO y por eso se habían conocido. Era morena, alta, con ojos grandes ojos marrones muy expresivos. Era muy cariñosa, dulce, extrovertida y muy ligona. Del grupo era la que más novios o “rolletes” había tenido. Sarah era pelirroja con muchas pecas en la cara, tenía unos grandes ojos verdes que gracias a ellos poseía cierto misterio, era un poco bajita, tenía un cuerpo ejemplar por la natación y muy bien proporcionado. Sarah leía muchos libros y gracias a eso escribía muchos relatos.
Pasaron a su clase.  Allí estaba su tutor. Era Raúl. El joven profesor de gimnasio que tanto le gustaba a Silvia.
Ainhoa no podía comprender como le podía gustar un profesor.
Pero pronto descubriría que a ella también le podía pasar.

Después de que Raúl les hubiera asignado, Ainhoa estaba sentado en una mesa verde al lado de un chico que iba con ella a 2º de ESO. Según había oído se llamaba Hugo. Él tenía 15 años, era alto con un cabello moreno revuelto,  sus ojos eran de un negro azabache muy bonito que a Ainhoa le llamaban mucho la atención. Pero lo que Ainhoa pensaba que lo que más destacaba de él, eran sus manos. Eran grandes y fuertes tanto que podrían sujetar el mundo de Ainhoa.  Según suponía Ainhoa, él jugaba a balonmano.  
Ahora estaban en clase de Literatura. La profesora se estaba presentando. Claro era el primer día. Según había oído se llamaba Estela pero ya no se había enterado de nada más porque había estado toda la clase mirando disimuladamente a Hugo. Intentó entablar una conversación con él por eso se giro para mirarlo pero  él también se giro. Ella aparto la mirada rápidamente. Sentía que su corazón se aceleraba mucho. ¿Era eso un flechazo? Notaba como le faltaba el aire, el tiempo se pausaba, sus mejillas se enrojecían, sentía algo pero no sabía bien que era,...
         “Ainhoa, intenta hablar algo con él. Saca tu simpatía natural. Intenta conquistarlo. Seguro que es tu alma gemela.”
Inspiró suavemente y se giró hacia él otra vez.
-Hola-dijo ella con una sonrisa.
Él se giró al oír la suave vez de al lado. Hugo vio a una chica con un aura especial parecía tener brillo propio.
-Hola-dijo él.
-¡Qué rollo! Otra vez en el instituto ¿Te gusta venir aquí?-preguntó Ainhoa. “¡Qué pregunta más estúpida! ¿A quién le gusta venir aquí después del verano?”
-No mucho pero si conozco chicas como tú la verdad que estaría aquí todos los días a todas horas-dijo sonriendo.
La sonrisa de Hugo tenía brillo propio. Parecía un sol gigante haciendo su aparición después de una gran tormenta. Ainhoa se sonrojo pero se recompuso y contestó:
-Gracias tú también eres guapo-dijo en un susurro y sin mirar a Hugo. Ainhoa quería que la tierra se la comiera. ¿Había dicho ella eso? ¡Qué vergüenza! Notó que Hugo sonreía pero no se giro se intentó centrar en la clase de Literatura. Misión imposible. La conversación que había tenido con Hugo estuvo muy presente en sus pensamientos.
           ¿Sería aquel su primer flechazo? ¿Saldrían juntos? ¿Sería su alma gemela? ¿O un rollo igual que los de Silvia? La cabeza de Ainhoa bullía pero intentó no pensar en él.
         Lo que no sabía Ainhoa era que tendría más preguntas pero no solo sobre Hugo.

Riiing.
Sonó el timbre que anunciaba el final de la clase de Literatura. Hugo salió corriendo hacia el pasillo. Ainhoa anhelaba seguirle y de hecho iba a hacerlo pero alguien le agarro impidiéndole seguir a Hugo. Se giro y vio a Silvia agarrándola firmemente. Ainhoa intentó zafarse de ella pero no lo consiguió.
-¿Qué quieres Silvia?-preguntó Ainhoa con cierta molestia.
-¿Te gusta Hugo?-preguntó con gran seriedad Silvia.
-Me gusta Maldita Nerea, me gusta Bruno Mars, me gusta Lady Gaga, me gusta Oscuros, Cazadores De Sombra, Los Juegos del Hambre, me gusta salir con vosotras pero Hugo…-Ainhoa soltó una gran risotada antes de continuar:-Por supuesto que no

Ainhoa no entendía por qué había mentido a Silvia. Era la primera vez que mentía a una de sus mejores amigas. Se sentía sucia por dentro como quien acaba de robar.
-¿Seguro?-preguntó Silvia con la misma cara funesta.
-Sí-contestó Ainhoa con rotundidad.- ¿Por qué? ¿Te gusta?-preguntó mirándola fijamente a los ojos. Silvia no contestó enseguida. Dudó unos segundos pero finalmente confesó la verdad:
-Bueno al menos deja que lo intente.
-Ohh. Te has enamorado ¿verdad?-Ainhoa no espero a que a Silvia contestara y la abrazó muy fuerte. Cuando Ainhoa se separó de Silvia, vio que esta estaba llorando. La volvió a abrazar con más fuerza.
-Hola ¿qué os pasa?-preguntó extrañada Sarah al ver a Silvia llorando ella nunca lloraba.
-¡La mayor se nos hace más mayor!-exclamó Ainhoa al borde del llanto. Sarah se añadió al abrazo.


Cuando se calmaron un poco se fueron a una esquina de clase.
-¿Qué toca ahora?-preguntó Silvia poniendo ojitos.
-No lo sé, rubia recuerda que nos han dado hoy el horario así que…-Ainhoa no pudo porque Sarah exclamó a todo pulmón:
-¡Geografía!
-¡Bah! Seguro que el profesor es viejo, gordo, calvo, antipático y odioso. La mayoría de los profesores son así-se lamentó Ainhoa.
-Seguro. ¡Dios si me escuchas haz que nuestro profesor este bueno!-exclamó Silvia a pleno pulmón recuperando su antiguo humor.

Todo el mundo entro corriendo a clase. Cómo era el primer día había que causar buena impresión. Sarah, Silvia y Ainhoa volvieron a sus sitios. Silvia se acercó a Ainhoa y le susurró:
-¡Dios qué este bueno!

Hugo estaba allí sentado. Nada más verla se le iluminó la cara. Mostró su mejor sonrisa. ¿Estaba enamorada? No lo sabía lo único que sabía era que a Silvia sí le gusta. Era un plato prohibido. Ainhoa podía sentir la mirada de Silvia clavada en su nuca. Sintió un escalofrío. Pero sonrió a Hugo.

El profesor entró corriendo a clase con un mapa grande en una mano y en la otra la PDA que llevaban todos los profesores para pasar lista.

Ainhoa (al igual que todas las chicas de clase) se quedó con la boca abierta. El profesor era joven (Ainhoa solo le echa 25 años), alto con los ojos azules, rubio, delgado,… “Me he equivocado totalmente” pensó alegremente Ainhoa.
-¡Sí! ¡Gracias Dios!- exclamó Silvia en voz. El profesor la miró extrañado pero siguió con la clase.
-Hola-dijo el profesor de Geografía (que Ainhoa jamás había tenido).-Me llamo Alberto y soy vuestro nuevo profesor de Geografía.
Alberto mostró una gran sonrisa. Era blanca, tanto que tenía brillo propio.
-¿Estáis sentados por orden de lista?-preguntó Alberto mirando de reojo a Ainhoa.
-¡Sí!-respondió la clase al unísono.
-Voy a pasar lista ¿vale? Antonio Acevedo, Mónica Arredondo, Hugo Arregui, Alma Baeza,… Silvia Montes, Sarah Mora, Ainhoa Morales ¿Dónde está Ainhoa?  
-Aquí-dijo Ainhoa levantando la mano con mucha vergüenza.
-¿Y qué haces ahí?
-Me ha cambiado el tutor
-¿Por qué?
-Porque Alma quería mi sitio y yo desde allí no veo
Ainhoa se sentaba con Hugo en primera fila. La clase de Geografía pasó rápidamente para Ainhoa porque se tiró mirando al profesor de Geografía. Alberto lanzaba miradas de soslayo hacía Ainhoa.

No sabían los dos lo mucho que el destino los uniría.

3 comentarios:

  1. No está mal, pero te voy a dar un par de consejos, vale? No te lo tomes a mal ni nada, solo es para ayudar ;)
    1º Mejor que cambies el color del texto a uno más oscuro, ese azul hace daño a la vista.
    2º Procura no repetir muchas veces la misma expresión, ej: "según suponía Ainhoa..." has repetido ésto un par de veces en el mismo párrafo. Y, no es que esté mal, pero podrías expresarlo de otra manera.
    3º Repites demasiado el nombre de la chica: Ainhoa. Como el texto se centra sobretodo en Ainhoa puedes utilizar también "la chica" o "ella".
    4º Te faltan algunas tildes, pocas, pero algunas. Repásalo
    Espero que los consejos te sean útiles,
    pon el siguiente capítulo pronto, vale?

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  2. Muchas gracias por las correcciones y por supuesto gracias por leer el texto!!!
    Besos y feliz Navidad

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Espero que comentéis como cada una de vuestras opiniones me hace muy feliz pero siempre desde el respeto
Lo único que puedo decir es...
¡Gracias! :D

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